En el mundo actual de las redes sociales, nos encontramos diariamente con diferentes formas de motivación: imágenes motivacionales, lemas o incluso coaching motivacional. El área de fitness y estilo de vida saludable juega un papel directo en términos de motivación. La motivación es lo que nos ayudará a levantarnos del sofá y hacer algo al respecto. Seamos realistas, a veces es emocionante comprar ropa nueva de entrenamiento, un nuevo plan de entrenamiento, una bicicleta, un pase de ejercicios o una olla de vapor para una alimentación más saludable. De alguna manera, las sentadillas con los leggins nuevos son más fáciles de hacer, ¿verdad? Hasta sentir las mariposas en el estómago por esa alegría y la emoción de los nuevos planes.
Vas al gimnasio, a correr, al crossfit o a las clases de boxeo. Durante una semana haces todo lo posible y de repente te conviertes en una motivación para los demás.
De pronto la realidad golpea: la fatiga inicial, un período de prueba, un proyecto difícil en el trabajo, la niebla o quizás está lloviendo, o alguien te ha puesto de los nervios.
Realmente, no importa cuál era la razón, la motivación se ha ido. Las imágenes de una mujer fitness en Instagram o la última colección de ropa deportiva ya no ayudan. ¡Las estadísticas dicen que hasta el 70% de las personas que comienzan un deporte determinado lo dejaran en las primeras tres semanas! Entonces, ¿qué hacer para evitar que te suceda?
La motivación te ayudará a comenzar,
pero solamente el hábito regular y la consistencia
te llevará a tu destino.
Sí, la emoción al principio es genial, puede ayudarnos mucho incluso a comenzar, a enfrentarnos al desafío de luchar contra nosotros mismos. Pero cuando la motivación empieza a caer, surgen cada vez más excusas en el momento en el que querías ir a entrenar. Es extremadamente importante mantenerse firme en sus hábitos. Probablemente sea lo más importante, no solo lo es en el campo del deporte, es un hábito de vida saludable. Aunque el mundo de las redes sociales a menudo intenta convencernos de lo contrario, el hábito, la coherencia y la constancia son lo que te ayudará a alcanzar tus objetivos. La idea bonita de que solamente si haces lo que te gusta, si disfrutas de ello y con quién lo haces lo conseguirás. Es una utopía. Nunca lo pienses. Es una idea peligrosa, engañosa y altamente intoxicante. Digamos la verdad, ¿cuántas cosas en la vida que valen la pena se han logrado fácilmente y sin esfuerzo? Los hábitos saludables, fuertes y la rutina son exactamente lo que te va a mover hacia adelante cuando la motivación se congela.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo puedes hacer esto:
Solo hazlo
JUST DO IT! ¡Por algo será el lema de una conocida marca deportiva!
Por supuesto, hay momentos en tu vida en los que no quieres hacer nada, ni ir a ningún lado ni hacer ejercicio. Todos los tenemos. De hecho, a veces un día libre es una buena idea. Prueba a no saltarte los entrenamientos solo porque no quieres, no tienes ganas o estas de mal humor. Tampoco quieres lavarte los dientes por la noche, pero simplemente lo haces. Ir a practicar en un día que no te apetece, te ayudará a que tu entrenamiento sea algo natural y te separará de las personas sin éxito.
Lo sorprendente de los ejercicios es que eliminamos hormonas del estrés y aumentan las de la felicidad. Muchos problemas pueden evaporarse de la cabeza hasta producir un efecto curativo. Y nadie ha dicho después del entrenamiento: «¡Oh, debería haberme quedado en el sofá, lamento ir a entrenar!»
La sensación de «lo hice» es genial.
Empieza gradualmente
Una de las razones por las que fallamos tan a menudo en los propósitos de Año Nuevo es que hay demasiadas cosas a la vez para tratar de cambiar: dejar de comer dulces, dejar de fumar, empezar a hacer ejercicios, dedicar más tiempo a los padres, trabajar más y leer al menos dos libros al mes. Después de un corto tiempo, por supuesto, el sistema se verá abrumado y uno se dará por vencido. Todo a la vez no tiene sentido. ¡Y ahora lo tiene! Intenta comenzar con uno o dos pequeños cambios. Cuando se convierten en una parte natural de tu vida, agrega más.
Por ejemplo, intenta comenzar a subir las escaleras en lugar de usar el ascensor.
Si esto es algo obvio para ti haz, por ejemplo, un calentamiento todas las mañanas. No intentes manejar todo a la vez, en principio será muy difícil hacerlo todo.
Ten paciencia contigo mismo
A veces, incluso los extraños no te critican tanto como tú mismo. Deja de subestimarte, culparte por todo o regañarte por los fracasos. Desarrollar hábitos saludables lleva tiempo, así que date un capricho y disfruta de cada progreso. A veces tenemos una semana difícil. No te concentres en lo que no funcionó, sino en lo que puedes cambiar la próxima semana. Por eso es importante establecer objetivos reales. Demasiada presión sobre ti puede comenzar a destruirte. Así que busca el equilibrio y no la perfección.
El camino hacia un estilo de vida saludable es un desafío y seguramente subirá y bajará hasta llegar a su destino. Pero no olvides, lo que más cuenta es cómo te comportas cuando se te va la motivación para ir a entrenar. Así que comienza lentamente y construye un estilo de vida sostenible que te llene.
Y mientras sea posible, ¡disfruta del camino que te lleva!